La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) acaba de presentar un informe sobre la economía española, destacando que, tras una prolongada recesión, finalmente ha regresado a una senda de moderado crecimiento. En su opinión, este cambio en la situación económica española pone de manifiesto los efectos positivos del conjunto de reformas llevadas a cabo a lo largo de los últimos años, incluidas las realizadas a nivel de la Unión Europea.
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En cualquier caso, la OCDE advierte de que la situación económica es todavía frágil, por lo que el principal reto para los próximos años se basará en conseguir un crecimiento sólido y sostenido de la productividad y del empleo, así como en una reducción del endeudamiento público y privado.
En ese sentido, recomienda a España concentrar los esfuerzos en tres grandes objetivos:
- Reducir el endeudamiento y aumentar la competitividad
- Estimular de forma sostenible el empleo y el crecimiento a medio plazo
- Promover un sector empresarial más dinámico
Entre las reformas promovidas por el Gobierno español y la UE, la formación ha sido una de las grandes puntas de lanza
En la consecución de estos objetivos, la formación tiene mucha que decir y que aportar. Y también que felicitarse, ya que, entre las reformas promovidas tanto por el Gobierno español como por la UE, la formación ha sido una de las grandes puntas de lanza, con destacados esfuerzos por mejorar la formación profesional y aumentar la parte que se desarrolla en los centros de trabajo del sistema actual de formación profesional.
En este ámbito, cabe destacar, sin duda, el creciente impulso a los contratos de formación para fomentar el acceso de los más jóvenes y vulnerable al mercado laboral. Una modalidad contractual que crece con energía en nuestro país, dados los grandes beneficios que aportan tanto para las empresas como para los trabajadores.
Y es que los contratos de formación permiten a las empresas beneficiarse de importantes deducciones, a la vez que consiguen trabajadores formados en las necesidades específicas del puesto de trabajo. Por su parte, al combinar la formación práctica y teórica de un determinado puesto, estos contratos de formación permiten a los jóvenes formarse, al tiempo que acceden al mercado laboral en igualdad de condiciones en cuanto a derechos y coberturas (desempleo, cotización, bajas…).
Y es que los contratos de formación permiten a las empresas beneficiarse de importantes deducciones, a la vez que consiguen trabajadores formados en las necesidades específicas del puesto de trabajo. Por su parte, al combinar la formación práctica y teórica de un determinado puesto, estos contratos de formación permiten a los jóvenes formarse, al tiempo que acceden al mercado laboral en igualdad de condiciones en cuanto a derechos y coberturas (desempleo, cotización, bajas…).
>Beneficios para todas las partes y un objetivo en común: ayudar a paliar las grandes cifras de paro juvenil en nuestro país y la productividad de nuestras empresas y trabajadores. Una senda que nos lleve a esas ansiadas y positivas previsiones económicas en un futuro.
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