![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsIhwYEzcJ7H9_bLakrZfoes_zNrPI698sd1oSDXfcASKwgklSNxqY2TLcqZ_NHjAAnyiEGwyoS-yWKr_-Xp-IhLX4WXcfXhin7_ofOZGvyTjtxGESCS088Ba0Y4FxBS1G-Qey3SHHfFg/s200/blog_enero1_2016_copia.jpg)
Arrancamos este año 2016 con un contexto de incipiente recuperación económica, aunque esa leve mejoría no debe desviarnos la mirada de algunas importantes cuestiones no resueltas todavía que empañan el cuadro general, siendo una de las más urgentes que en España se reduzca el alarmante porcentaje de paro juvenil. La teleformación y los contratos de formación asociados a un certificado de profesionalidad resultan claves a la hora de conseguir reducir ese altísimo porcentaje de paro juvenil y de mejorar el futuro de nuestros jóvenes.
La recuperación económica está
motivando la oferta de empleo, pero no al nivel que debería, porque existe un
problema de base, que las cualificaciones que los trabajadores poseen no son
las mismas que los empleadores solicitan. Esta realidad repercute sobre todo en
los jóvenes, que suelen adquirir la mayor parte de su educación y formación
antes de comenzar a trabajar o durante los primeros años de su trayectoria
profesional.
Según los expertos de la Organización
Internacional del Trabajo, los sistemas de aprendizaje de calidad para los
jóvenes que combinan la formación en las aulas y en el lugar de trabajo son
parte de la solución a este problema. Así, el último estudio de la OIT insta a
los gobiernos y a los interlocutores sociales de Europa a proporcionar a los
trabajadores las competencias que correspondan a las solicitadas por los
empleadores, y que pasan también por la formación en las nuevas habilidades que
exige un mundo cada vez más desarrollado tecnológicamente.
No es
ninguna novedad que la formación dual es reconocida también por
empresas y trabajadores. Las primeras, puesto que permite capacitar a los
empleados en las habilidades propias de un puesto de trabajo concreto; y los
segundos, ya que les permite recibir una formación efectiva para desarrollar
una actividad laboral.
Los
responsables de Recursos Humanos no dejan de alertar sobre la preocupante
brecha existente entre la demanda de las empresas y la oferta de personal
cualificado, una característica generalizada en Europa y
especialmente relevante en España, que ocupa el tercer lugar del mundo en el
desajuste entre la oferta y la demanda de empleo.
Los contratos de formación son un
excelente instrumento de reciclaje profesional para trabajadores sin gran
cualificación
En los últimos años, esta anomalía
se ha intentado corregir mediante programas como el Plan de Garantía Juvenil y herramientas
como los contratos de formación y los certificados de profesionalidad asociados
a ellos. Estos son un
excelente instrumento de reciclaje profesional de aquellos trabajadores sin
gran cualificación y así mismo una excelente ayuda para las empresas, en forma de importantes
subvenciones pero también a la hora de una auditoría, ya que permiten demostrar
las habilidades y capacitación concreta de un trabajador para un puesto
determinado.
Más
información sobre contratos de formación y certificados de profesionalidad en http://www.necesitasformacion.com
No hay comentarios :
Publicar un comentario