Con la internalización de las compañías, la mirada puesta en la exportación como una de las grandes bazas paras las empresas españolas a la hora de vadear la crisis, y la creciente importancia del turismo como motor económico, resulta clave contar con empleados que hablen un segundo idioma.
Pero la realidad es que España sigue suspendiendo en lenguas extranjeras. Aunque las nuevas generaciones sí estarán más preparadas y vamos tomando conciencia de lo importante que es aprender idiomas, la mayoría de los trabajadores españoles, en la actualidad, no son capaces de comunicarse en una segunda lengua con fluidez.
Y el problema no se circunscribe únicamente a puestos de dirección internacional. Puestos de taxistas, camareros, dependientes o recepcionistas han convertido el conocimiento de idiomas en un requisito imprescindible, fundamentalmente por la cantidad de turistas que recibe España cada año.
El ámbito económico alerta periódicamente de este lastre y de la desventaja que supone en los negocios no hablar idiomas. Por eso, resulta fundamental dirigir la mirada hacia la formación de idiomas desde las empresas.
Un buen plan de formación de idiomas puede convertirse en un gran aliado y en uno de los elementos mejor valorados de nuestra empresa. Eso sí, no vale todo. Dicha formación debe ser capaz de dotar a los trabajadores de las herramientas necesarias para abordar situaciones reales (negociación, presentación de empresa y productos, cierre de acuerdos comerciales, etc.).
Se pueden hacer cosas muy interesantes con un buen proyecto de formación en idiomas, elaborado por el propio departamento de RRHH o recurriendo a la asesoría de recursos humanos a través de una consultora de formación externa capaz de asumir la estrategia, coordinación y desarrollo de la formación específica para nuestra empresa.
Y decimos específica porque no todos los puestos van a necesitar el mismo nivel de idiomas, ni por las mismas razones, ni con la misma disponibilidad. Por ello, nuestro plan de formación debería permitir optar por clases presenciales o teleformación, cursos intensivos, de inmersión o específicos por áreas de conocimiento; siempre de forma coherente entra la necesidad del trabajador, el requisito del puesto y la estrategia de la empresa.
En este ámbito, los contratos de formación se presentan como una buena herramienta para conseguir trabajadores formados en los necesidades específicas del puesto de trabajo, que, por supuesto, también incluye la formación en idiomas. Pudiendo así, por ejemplo, dedicar parte de las horas de formación de un recepcionista contratado bajo el contrato de formación a la enseñanza de inglés para recepción, o de inglés profesional para actividades comerciales para un delegado comercial.
Una formación de calidad en idiomas nos permitirá como empresa conseguir una mejora de las competencias del puesto de trabajo, indispensables para fortalecer la situación competitiva de la empresa y su personal, y puede marcar la diferencia entre ganar posibilidades de negocio o perderlas.
Más información sobre los contratos de formación en las empresas, centros formativos homologados y asesoría de recursos humanos en www.necesitasformacion.com
Pero la realidad es que España sigue suspendiendo en lenguas extranjeras. Aunque las nuevas generaciones sí estarán más preparadas y vamos tomando conciencia de lo importante que es aprender idiomas, la mayoría de los trabajadores españoles, en la actualidad, no son capaces de comunicarse en una segunda lengua con fluidez.
Y el problema no se circunscribe únicamente a puestos de dirección internacional. Puestos de taxistas, camareros, dependientes o recepcionistas han convertido el conocimiento de idiomas en un requisito imprescindible, fundamentalmente por la cantidad de turistas que recibe España cada año.
El ámbito económico alerta periódicamente de este lastre y de la desventaja que supone en los negocios no hablar idiomas. Por eso, resulta fundamental dirigir la mirada hacia la formación de idiomas desde las empresas.
Un buen plan de formación de idiomas puede convertirse en un gran aliado y en uno de los elementos mejor valorados de nuestra empresa. Eso sí, no vale todo. Dicha formación debe ser capaz de dotar a los trabajadores de las herramientas necesarias para abordar situaciones reales (negociación, presentación de empresa y productos, cierre de acuerdos comerciales, etc.).
Se pueden hacer cosas muy interesantes con un buen proyecto de formación en idiomas, elaborado por el propio departamento de RRHH o recurriendo a la asesoría de recursos humanos a través de una consultora de formación externa capaz de asumir la estrategia, coordinación y desarrollo de la formación específica para nuestra empresa.
Y decimos específica porque no todos los puestos van a necesitar el mismo nivel de idiomas, ni por las mismas razones, ni con la misma disponibilidad. Por ello, nuestro plan de formación debería permitir optar por clases presenciales o teleformación, cursos intensivos, de inmersión o específicos por áreas de conocimiento; siempre de forma coherente entra la necesidad del trabajador, el requisito del puesto y la estrategia de la empresa.
Contratos de formación, una buena herramienta para conseguir trabajadores formados en idiomas, de acuerdo a las necesidades del puesto
En este ámbito, los contratos de formación se presentan como una buena herramienta para conseguir trabajadores formados en los necesidades específicas del puesto de trabajo, que, por supuesto, también incluye la formación en idiomas. Pudiendo así, por ejemplo, dedicar parte de las horas de formación de un recepcionista contratado bajo el contrato de formación a la enseñanza de inglés para recepción, o de inglés profesional para actividades comerciales para un delegado comercial.
Una formación de calidad en idiomas puede marcar la diferencia entre ganar posibilidades de negocio o perderlas
Una formación de calidad en idiomas nos permitirá como empresa conseguir una mejora de las competencias del puesto de trabajo, indispensables para fortalecer la situación competitiva de la empresa y su personal, y puede marcar la diferencia entre ganar posibilidades de negocio o perderlas.
Más información sobre los contratos de formación en las empresas, centros formativos homologados y asesoría de recursos humanos en www.necesitasformacion.com
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