Recientemente se están multiplicando los programas de incentivos de los distintos gobiernos (Central y CCAA) relacionados con la mejora de la empleabilidad de los jóvenes. En todos ellos, destaca una característica común: la empleabilidad de estos jóvenes sólo mejorará cuando se les dote de unas competencias clave que mejoren las capacidades y talentos dentro de la empresa.
Esto no hace más que incidir en una cuestión que las empresas llevan tiempo planteando: la necesidad de formación específica, adecuada a unas necesidades muy concretas y propias para cada uno de los mercados. Es mediante esa formación específica que las empresas podrán formar y desarrollar al máximo el capital joven de sus recursos humanos.
Las herramientas más eficaces y útiles en ese proceso pasan casi siempre por tener un centro de formación propio. Este nos permitirá que nuestros empleados además de aprender los conocimientos básicos de la ocupación que queremos que desarrollen, estén formados en las la cultura de trabajo que nuestra empresa requiera.
Este centro de formación, como también expusimos anteriormente aquí, debería ser en la modalidad de teleformación. Sus obvias ventajas de flexibilidad, costes y personalización de la formación son innegables y de hecho, muchos de los programas de formación impulsados por la administración se apuesta de forma decidida por la formación online o teleformación.
Como ya explicamos en posts anteriores los beneficios de un plan de formación propio son numerosos:
- Alineación de las acciones formativas con la estrategia general de la empresa
- Uniformidad de ejecución a todos los niveles
- Facilita el desarrollo y retención del talento
- Mejora la competitividad de la empresa
Y sólo suman cuando además contamos con nuestro propio centro de formación. De esto también hemos hablado largo y tendido, explicando qué son y cuáles son sus ventajas: aquí y aquí.
Simplificando, si tenemos nuestra plataforma de teleformación acreditada tendremos:
- Menores costes asociados a la formación al optar por la teleformación
- Posibilidad de acceso a ayudas y bonificaciones contempladas en la formación para el empleo (formación bonificada, contratos de formación y aprendizaje, formación con compromiso de contratación, etc)
- Mejora de las políticas de Responsabilidad Social Corporativa al incorporar estas políticas activas de formación de los trabajadores en las mismas.
Parece así que, en un entorno tan incierto como el actual, en el que las empresas tienen que sumar todos sus esfuerzos en aras de conseguir la mayor competitividad que les permita sobrevivir, es definitiva la necesidad de que los departamentos de RRHH cuenten con un plan de formación que incluya una plataforma de teleformación acreditada propia para aportar estos importantes beneficios a su compañía.
Más información sobre cómo acreditarse como centro formativo homologado y asesoría de recursos humanos en http://www.necesitasformacion.com
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